domingo, 26 de febrero de 2023

Me dijiste...

Nunca me prometiste nada. Pero me hice ilusiones.

Me dijiste que me querías, pero no que me quisieras más que a nada ni a nadie. Aun así, me ilusioné pensando en un futuro compartido.

Decías me habías abierto tu corazón, pero me ocultaste tus motivaciones, los resortes de tu pensamiento, de tu forma de actuar. Sin embargo, me ilusioné creyendo que te entendía.

Me contaste mil cosaspero te callabas demasiadas veces. A pesar de todo, me ilusioné imaginando que lo importante siempre me lo dirías.

Llenaste mi vida en muchos momentos, los momentos en los que estabas presente, y la vaciaste a lo largo de muchas ausencias sin explicación. Pero te justifiqué ante mí misma diciéndome que habría algún motivo importante y me ilusioné pensando que volverías.

Me dijiste que era la persona en quien más confiabas, pero no que nunca confiarías del todo en nadie. Fuera como fuese, me ilusioné suponiendo que nuestra relación era sincera.

Y no. Tu única relación sincera, incondicional y eterna es con el silencio, con la mentira, con la huida.

Ahora voy a tratar de ilusionarme conmigo misma, para variar. Espero no defraudarme.

Y que sea la última vez que me enamoro de un espía.



Esta entrada participa en la convocatoria #relatosIlusión de @divagacionistas