lunes, 26 de diciembre de 2022

La teoría me la sé

La teoría me la sé.

Mirar a un punto fijo, tensar los músculos de abdomen y espalda, y levantar la pierna despacio, despacio.

Nada, me desequilibro constantemente y tengo que apoyar una mano en la pared. Al resto de mi clase de pilates estas cosas se le dan mucho mejor que a mí. Es cuestión de práctica, dice la profesora, que podría mantenerse sobre una sola pierna horas y horas; afirma que el equilibrio se desarrolla.

La teoría me la sé.

Luces apagadas, respirar lentamente, ir relajando los músculos, alejar los pensamientos conflictivos... esto, esto es lo que me falla. Los rechazo pero no se dan por aludidos y vuelven una y otra vez. Así no hay quien se duerma.

La teoría me la sé.

Más verduras y legumbres, menos carne; más fruta, menos dulces; más alimentos frescos, menos procesados; comer mejor y más ordenadamente. Debería ser fácil, pero no lo es.

La teoría me la sé.

Siempre hay alguien que te la cuela o intenta colártela, ya sea vendedor, compañero de trabajo, empleado que te debe atender o desconocido con quien coincides casualmente. Hay que calmarse, no perder los papeles, reaccionar proporcionadamente y dejar que se diluya la rabia... O habría que.

La teoría me la sé.

Los problemas que tienen solución es mejor afrontarlos con la mente serena. Lo que no tiene arreglo conviene pensar que antes o después se asumirá. A lo que no depende de uno no hay que darle el poder de robarte la salud y la paz.

Es en la práctica en donde fallo. Y me paso la vida tratando de recuperar el equilibrio.



Con esta entrada participo en la convocatoria #relatosEquilibrio de @divagacionistas