lunes, 16 de octubre de 2017

¿Has visto qué luna?

Sus padres volvieron a Madrid trabajar y la dejaron a ella en el pueblo con los abuelos hasta que empezara el colegio. Se lo pasó bien mientras hubo chicos y chicas de su edad pero los últimos días se aburrió terriblemente. Ni siquiera tenía su telescopio, se lo habían llevado sus padres en el coche con casi todo su equipaje. Y ese jueves había una luna llena espectacular, ay.

En los bancos de la placita estaba su abuela con otras señoras mayores. "¿Habéis visto qué luna?", les preguntó. "Luna llena, seguro que la pequeña de la Milagros se pone de parto esta noche", sentenció Carmela, la panadera. "En realidad..." empezó a replicar pero optó por callarse. Se acercó a la mesa donde su abuelo jugaba al mus con otros tres hombres. Habían parado un momento mientras el boticario iba a orinar, que "con la próstata" ya no aguantaba. "¿Habéis visto qué luna?", dijo señalándola. "Mi nieto me ha contado que nunca subió nadie allí, que los americanos nos engañaron, era una película", tronó Fermín, jubilado tras muchos años con el camión.

Les pidió a sus padres volver a Madrid el viernes en lugar del domingo. Llamó a Sara, su mejor amiga, para salir a dar una vuelta. "Tendré que ir con mi primo, lo siento. Es un rollo de tío pero está estos días en casa y mis padres me obligan a llevármelo", se disculpó la amiga. Rollo o no, el primo resultó ser guapísimo, lo cual, dada su timidez, la hizo enmudecer. Durante un buen rato pensó en qué decir. Sara llevaba la voz cantante, así que no pudo saber qué cosas le interesaban a él. Anochecía. La luna asomó entre los altos edificios. Decidió arriesgarse.

"¿Has visto qué luna?", le espetó mirándole a los ojos. "¿El qué?", murmuró él como sin comprender. "La luna. Está preciosa", insistió señalándola. Dudó si mencionar que tenía un telescopio...

"Ah, la luna, buah", dijo él por fin sin mirar siquiera.

Esa noche, por teléfono, Sara se disculpó de nuevo por la presencia de su primo.

"Tenías razón, es un rollo de tío", reconoció ella con tristeza.


Con este relato participo en la convocatoria #relatosLuna de @Divagacionistas