lunes, 24 de noviembre de 2025

Último día

Ha sido un día muy largo. Mi último día de trabajo. He tenido que pasarme la jornada rematando cosas de las que ahora se ocuparán otros, cerrando la cuenta de correo corporativo, devolviendo el teléfono y el portátil de la empresa, vaciando el ordenador, la mesa y los cajones de todo lo personal.

Me he pasado por varios departamentos donde quería despedirme de los compañeros. He ido a recursos humanos a devolver la tarjeta de identificación. He dejado un último mensaje en el sistema interno despidiéndome de todo aquel a quien no hubiese podido decir adiós en persona.

Y desde mi móvil personal he mandado whatsaps a todas las personas con las que quiero mantener el contacto. Algunas ya tenían mi número pero con otras solo había contactado desde el del trabajo. Hay mucha gente a la que echaré de menos y muy poca a la que me alegraré de perder de vista.

Los de seguridad me abren la puerta cuando salgo, porque ya no tengo tarjeta. Me saludan con la mano y me desean buena suerte. He metido mis cosas en la mochila: la taza donde me he tomado el café de media mañana estos últimos años, una carpeta de piel y un bolígrafo grabado con los que iba a las reuniones, un calendario grande lleno de anotaciones... y el libro y la foto enmarcada que me han regalado mis compañeros para que no les olvide. Como si pudiera.

Mientras voy a casa, me suenan en el móvil los mensajes de respuesta. Palabras emotivas que me estremecen, alguna incluso que me arranca una lagrimilla.

Llego, abro la puerta, suelto las llaves, la mochila y, por primera vez en muchos años, un solo teléfono móvil. El espejo de la entrada me devuelve la misma imagen que cuando salí esta mañana. Las mismas canas, las mismas arrugas, la misma sonrisa agridulce.

Cierro los ojos y suelto un suspiro. Me he jubilado. Y es precisamente eso, júbilo, lo que espero sentir a partir de ahora cuando abra el ojo las siete de la mañana (porque el cerebro seguirá con la inercia, me temo) y sepa que no va a sonar ningún despertador, ni voy a encontrarme ningún mensaje urgente cuando encienda el móvil, ni voy a tener responsabilidad sobre el trabajo de nadie.


Esta entrada participa en los #relatosJúbilo de @divagacionistas.

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