lunes, 21 de diciembre de 2020

Queridos Reyes Magos



Queridos Reyes Magos:

Son tiempos extraños. Este año han ocurrido cosas como que algunos llegaran a odiar las paredes y el techo que los cobijaban y desearan por encima de todo encontrarse al aire libre. No es mi caso. Después de tantos años, mi hogar actual es para mí el lugar más acogedor y seguro del mundo.

Pero estas navidades serán distintas. Me faltará el hogar de mi infancia, donde siempre hemos celebrado parte de las fiestas, incluidos vuestra visita y los regalos que nos dejabais. Esa casa está en proceso de transformación. Dejará de ser lo que fue y se adaptará a circunstancias nuevas.

Así que este próximo 6 de enero no habrá nadie allí para abrir regalos y comer roscón con chocolate. Podéis dejarme lo que pensarais traerme en esta casa donde pronto dejaré de estar. Habrá aquí también un regalo especial, hecho con esfuerzo y cariño, para una persona que no lo recogerá. Vosotros, que recorréis distancias tan grandes, deberíais explicarnos cómo salvar otras mayores.

Cambiar de casa, de trabajo, perder a personas que te importaban y que te hacían feliz… Son techos que dejamos de tener sobre nuestras cabezas. Hogares emocionales que perdemos. La vida sigue, pero cuesta más esfuerzo. La añoranza le roba espacio a la alegría.

Así que, queridos Reyes Magos, traedme esperanza.


Este relato participa en los #relatosHogar de @divagacionistas

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