miércoles, 1 de octubre de 2025

Feliz cumpleaños

Era su cumpleaños y eran una cifra redonda los años que cumplía.

En la cama, antes de levantarse, empezó a pensar en esas décadas vividas, no sabía si decir consumidas. En cómo había mirado hacia el futuro en su juventud y cómo contemplaba ahora el pasado desde su... venga, digamos madurez, la palabra vejez aún le parecía inasumible.

Se alegraba de algunas de las decisiones vitales que había tomado. Independizarse en cuanto pudo; escoger una profesión que, vista en perspectiva, le seguía pareciendo interesante; saber adaptarse a las sucesivas realidades, elegidas o impuestas...

Pero había tomado otras decisiones bastante malas, incluso alguna francamente desastrosa. Vale, algunas, en plural.

¿Había tenido suerte? Por épocas, pero se negaba a atribuir al azar los aspectos más satisfactorios de su vida. En cambio sí consideraba mala suerte aquello que desembocó en tiempos oscuros y difíciles.

Fue suerte conocer a las personas que conoció. Fue decisión propia mantenerlas o alejarlas de su vida. Fue suerte haber nacido con bastante buena salud. Perderla fue... bueno, mitad y mitad.

¿Volvería a hacer lo mismo, a tomar las mismas rutas, a apostar por las mismas opciones si le dieran una segunda oportunidad, si volviera a empezar?

Sí, se dijo en su fuero interno. Yo soy así y lo que decidí lo hice con el convencimiento de que era lo mejor. No tengo nada de lo que avergonzarme. No le debo nada a nadie.

- ¿En qué piensas?, le preguntó su pareja, asomándose al dormitorio al oír que se revolvía entre las sábanas.

- En que necesito un café, respondió, sacudiéndose pensamientos que de pronto se habían vuelto demasiado dolorosos.